El Arsenal de Dios - Hna Leo

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En el mundo natural, un arsenal es un depósito donde se guardan armas y material de guerra. Sin embargo, como hijos de Dios contamos con...
Comentarios agosto 22, 2025
El Arsenal de Dios - Hna Leo

En el mundo natural, un arsenal es un depósito donde se guardan armas y material de guerra. Sin embargo, como hijos de Dios contamos con un arsenal mucho más poderoso: un arsenal espiritual que nos fortalece para enfrentar las batallas de la vida. La diferencia es que este arsenal no se activa automáticamente, sino que requiere comunión diaria con nuestro Señor.

El arsenal de Dios está a disposición de cada creyente que vive en intimidad con Él. No se trata de espadas ni escudos materiales, sino de armas espirituales que nos ayudan a vencer la tentación, resistir al enemigo y permanecer firmes en la fe.

La Palabra lo declara en 2 Corintios 10:3-6:

“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta”.

Este pasaje nos recuerda que la verdadera batalla es espiritual y que nuestras armas no dependen de la fuerza humana, sino del poder de Dios.

Pero, ¿cómo mantenemos ese arsenal en funcionamiento?

  • A través de la oración en el Espíritu. La Biblia nos recuerda que “el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles” (Romanos 8:26). La oración constante abre las puertas para que el poder de Dios fluya en nuestra vida.

  • Mediante la lectura de la Palabra. Cada día la Escritura renueva nuestra mente, fortalece nuestra fe y nos equipa para discernir lo bueno de lo malo.

  • Con la búsqueda continua del Señor. No se trata de un encuentro ocasional, sino de una relación diaria que mantiene encendido el fuego espiritual en nuestro corazón.

El arsenal de Dios es inagotable, pero solo aquellos que permanecen en comunión con Él pueden echar mano de sus armas poderosas. La oración, la Palabra y la búsqueda constante de Su presencia son las llaves que nos permiten estar listos para toda batalla espiritual. ¡No descuides tu arsenal, porque en él está la victoria que Cristo ya ganó para ti!

Compartido por Hermana Leo Sanabria.

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