Reflexión: El ingrediente secreto contra el temor

Reflexión: El ingrediente secreto contra el temor

Reflexión: El ingrediente secreto contra el temor

  El temor es una emoción natural que todos experimentamos en diferentes momentos de la vida. La Biblia nos ofrece promesas de paz y confian...
Comentarios agosto 29, 2025
Reflexión: El ingrediente secreto contra el temor

 


El temor es una emoción natural que todos experimentamos en diferentes momentos de la vida. La Biblia nos ofrece promesas de paz y confianza en medio del miedo, pero muchas veces esas palabras parecen no tener efecto en nuestra realidad. ¿Qué hace falta para que la Palabra de Dios sea efectiva en nosotros? A través de un testimonio personal, descubriremos el ingrediente principal que transforma la lectura bíblica en una experiencia real: la oración.

El temor y sus efectos

Cuando una persona siente miedo, su cuerpo reacciona de manera sorprendente: el flujo sanguíneo se concentra en órganos vitales y se reduce en el rostro, por eso nos ponemos pálidos o los labios se tornan azules. El temor impacta el cuerpo, pero también el alma.

La Biblia nos habla constantemente sobre no temer, confiando en el Señor que nos da la paz y la seguridad necesarias para enfrentar cualquier circunstancia.

El temor impacta no solo el cuerpo, sino también el alma. La Biblia nos recuerda que el perfecto amor echa fuera el temor (lee este artículo aquí), y a la luz de esa verdad, comprendemos que solo en Dios encontramos la paz que necesitamos.

Un testimonio personal

Durante años viví luchando con situaciones difíciles en mi matrimonio. Oraba, lloraba y pedía al Señor que cambiara a mi esposo, pero lo hacía desde una actitud equivocada: quería que él cambiara para que mi vida fuera más fácil, para que yo dejara de sufrir. Mis oraciones estaban centradas en mí y no en la compasión por el alma de mi esposo.

Con el tiempo entendí que muchas veces pedimos mal, buscando nuestro beneficio, y no conforme a la voluntad de Dios (Santiago 4:3).

Una palabra revelada que cambió mi vida

Un día, en medio de mi aflicción, el Señor me habló a través de Filipenses 4:6-7:
"Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús."

Esa palabra fue revelada a mi corazón. Ya no lloré más, ya no me sentí desesperada, porque entendí que la paz no depende de que las circunstancias cambien, sino de confiar plenamente en Dios.

El ingrediente que no puede faltar: la oración

Podemos leer la Biblia todos los días, pero si no hay intimidad con Dios, esas palabras no tendrán efecto. La oración es el ingrediente que hace que la Palabra se active en nosotros.

Así como una relación de amistad o un matrimonio se enfría sin comunicación, también nuestra vida espiritual se debilita si dejamos de hablar con Dios. La oración es diálogo, confianza, intimidad. Es la llave que hace que las promesas de la Palabra se cumplan en nuestra vida.

El temor es real, pero también lo es la paz que Dios nos da cuando clamamos a Él. La Palabra de Dios es viva y eficaz, pero necesita ser acompañada de fe y oración. Solo en la intimidad con Dios podemos experimentar la verdadera paz que guarda el corazón.

Reflexión hecha por la Hermana Leonor Sanabria

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